Bienvenidos

Este blog trata sobre indumentaria valenciana. Analizamos piezas actuales y antiguas, desde el rigor histórico y la iconografía pictórica de diversos artistas valencianos.

También esperamos realizar entrevistas a distintas indumentaristas, artesanos, falleras y falleros que quieran colaborar con nosotros mostrándonos sus trajes.

sábado, 31 de diciembre de 2016

Las Fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Como ya comentamos en la entrada anterior, desde hace unas semanas las Fallas son Patrimonio inmaterial de la Humanidad.


Además de las Fallas propiamente dichas, obras de arte realizadas por escultores, carpinteros y pintores. También se han visto reconocidos otros oficios artesanos tradicionales y autóctonos como son los tejedores, indumentaristas, orfebres, cinceladores, abaniqueros, etc.


Gracias a la fiestas de las Fallas, alguno de estos oficios han ido transmitiéndose oralmente siguiendo las prácticas de enseñanza de los gremios de maestro a aprendiz. Y han perdurado a lo largo de los siglos mostrando la gran riqueza artesanal de los profesionales valencianos.


También son indispensables para la fiesta de las Fallas los pirotécnicos y los músicos de las bandas de música y los del tabal y dulzaina que dan luz, color y armonía a la fiesta.
Entre todos estos profesionales y gracias a las comisiones de falla, se ha conseguido este reconocimiento tan importante a nivel mundial.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Felices fiestas

Feliz Navidad y Año Nuevo


Felicitamos las fiestas con esta foto de las Torrers de Serranos. Desde allí se efectuó hace unos días una crida a la humanidad para celebrar que las Fallas son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Y con ello también se ha visto distinguida la labor de los artesanos, indumentaristas y orfebres entre otros.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Inventando la tradición: Indumentaria e identidad

En el Centro Cultural La Beneficiencia hay una interesante exposición llevada a cabo por el Museo Valenciano de Etnología. En ella podemos observar la evolución del vestir tanto en la ropa de calle, como de la tradicional y regional desde mitad del siglo XIX hasta final del siglo XX. La muestra la forman 180 piezas de vestir y un centenar de objetos y complementos. Pretende ser una reflexión alrededor de los procesos de creación de la identidad valenciana a través de su indumentaria.


En la entrada, a modo de preámbulo vemos una sala llena de ropas de diversas formas, diseños y tejidos. Formada por faldas regionales de invierno, camisas, chalecos, vestimenta de época, etc. La exposición se ha realizado con los fondos del Museo Valenciano de Etnología y donaciones de la Casa Insa y de la Colección Puig Vilaplana. Numerosas de estas prendas de vestir han sido restauradas para la exposición.


Continuamos andando y entramos en la exposición propiamente dicha. Con un montaje moderno en el que los trajes intercalados con sillas parecen que observen a la gente pasar por una pasarela como si de un desfile de modas se tratase.

En toda la muestra observamos trajes de fiesta mezclados con trajes de calle y tradicionales. La idea es ver la evolución de las diferentes modas que pudieron llevar a configurar la indumentaria regional valenciana.


Nosotros, como siempre en este blog, analizamos la indumentaria tradicional valenciana. En los trajes femeninos admiramos numerosos tejidos de espolín como el Alcázar, Carpio, Francia y, a destacar, el Valencia que llevó Pepita Samper cuando fue Miss España cedido por el Ayuntamiento. Además de recrearnos en estos tejidos observamos también diferentes pañuelos y delantales, alguno con bordados muy vistosos, puntillas, peinetas y aderezos.

En cuanto a los trajes masculinos, vemos calzones y chupas, chalecos, camisas, blusas. Llama la atención por su colorido un llamativo traje compuesto de chupa y pantalón largo.


En la parte de enfrente de la muestra observamos vitrinas con objetos, tejidos, documentos, cuadros, fotos, cerámicas, etc. que sirven de complemento esencial a la exposición.

Subiendo unas escaleras, contemplamos, entre otras prendas de vestir, un atractivo conjunto de cuerpos compuesto de tres chupas de hombre y un jubón de mujer de manga larga, verdaderamente interesante.


La exposición estará abierta hasta el 30 de abril en el Centro Cultural la Beneficencia de Valencia, situado en la calle Corona 36. Siempre resulta sugerente ver una muestra de estas características, así que les invitamos a que vayan a verla.

domingo, 23 de octubre de 2016

La peineta

Pieza característica y representativa de la indumentaria valenciana. En el siglo XVIII aparece en documentos con el nombre de peine, escarpidor o pinta.
Su origen parece ser que fue el de peinar y alisar el cabello y con el paso del tiempo acabó como pieza de adorno dejándolo en la parte posterior de la cabeza.
En un principio solo se llevaba una única peineta y era de diferentes formas y tamaños. Constaba de dos partes, una inferior con púas que se clavaban en el pelo y la superior que quedaba visible.
Las piezas más antiguas eran de un tamaño pequeño tanto de altura como de longitud, de unos 6-7 cm. La peineta pasó de ser una pieza rectangular a evolucionar en forma y altura, haciéndose más triangular pudiendo alcanzar los 15 cm. en el siglo XIX.
Tanto las peinetas rectangulares como las triangulares variaron mucho su tamaño con el paso del tiempo. Su forma era cóncava para adaptarse mejor a la cabeza.
Los materiales empleados para su realización normalmente eran la plata, plata sobredorada o latón.
Las técnicas de elaboración más comunes de las peinetas eran el grabado y el cincelado o también la combinación de las dos técnicas. Con los años aparecieron otras técnicas como los calados y repujados y la de flor d`aigua con evocación morisca.
Los motivos ornamentales solían ser las flores, hojas, pájaros, cestas con flores, etc.
Con el tiempo aparecieron dos peinetas de menor tamaño para llevar solas en la parte de atrás o acompañando a la peineta grande.

viernes, 30 de septiembre de 2016

La Batista

La batista es una tela fina de lino o algodón de urdimbre fina y superficie satinada.
Es un tejido muy ligero y suave utilizado para la confección de ropas finas y delicadas, como camisas, lencería, pañuelos, prendas infantiles, ropa de hogar, etc.


En la indumentaria valenciana se podría utilizar en la confección de la  ropa interior y para la realización de pañuelos y delantales que se adornaban con bordados y puntillas.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Grupa Valenciana - La indumentaria

En esta bonita composición de José Mongrell observamos a una pareja a caballo ataviados con trajes típicos valencianos.


La mujer lleva una elegante falda de seda de color blanco con flores en tonos caldera y verdes. Calza unos zapatos forrados de la misma tela que la falda. En la parte de arriba observamos que luce una camisa con mangas con mucho vuelo y puntilla larga. Suponemos que llevaría un justillo sobre la camisa pero no se aprecia, encima de la camisa lleva un pañuelo liso de seda con fleco y de color ocre. Va peinada con los tres moños con sus respectivas peinetas y pinchos. Luce unos pendientes de barquillo y un broche en el pecho sujetando el pañuelo.


El hombre porta un sobrio traje de color azul oscuro o negro compuesto por calzón y chupa. Observamos que lleva medias y faja de color rojo y unas alpargatas de suela de esparto. En la cabeza lleva un pañuelo rojizo sobre los cabellos y encima de este un sombrero de ala ancha o rodina.


El caballo lleva sobre el lomo una manta a rallas y madroños que posiblemente sea del hombre en colores rojos que completarían el traje.

martes, 26 de julio de 2016

José Mongrell: Grupa Valenciana

Autor: José Mongrell
Título: Grupa Valenciana.
Óleo sobre lienzo, 150 x 120 cm
     
      
EL AUTOR
Nos remitimos a la anterior reseña que ya se publicó referida a José Mongrell y que se puede consultar en el siguiente enlace.

LA OBRA
El cuadro ante el cual nos encontramos nos muestra una pareja montada a caballo con los atuendos festivos tradicionales. La imagen se centra en los dos jinetes que aparecen de cuerpo entero, mientras que los cuartos inferiores del caballo quedan fuera del encuadre.

Compositivamente cabe destacar dos aspectos que llaman la atención. En primer lugar podríamos hablar del triángulo como esquema compositivo principal. Si dividimos verticalmente el cuadro en dos rectángulos, el rectángulo superior alberga un triángulo, como se ve en la imagen, que enmarca perfectamente las cabezas y cuerpos de la pareja, así como la dirección de la cabeza del caballo.

       
Por otro lado podemos hablar de ritmos compositivos por la dirección de los cuerpos y piernas de los dos personajes que producen una curvatura en forma de cuña que dirige la mirada del espectador de abajo hacia arriba en dirección a los rostros de los personajes. El chico de reojo y la muchacha miran al espectador manteniendo la atracción del público de la obra.
      
           
Podemos hablar del dinamismo de la obra por el movimiento de la muchacha , inclinada hacia adelante, compensando la ligera inclinación del cuerpo del caballo, cuya cabeza se inclina hacia atrás equilibrando así la composición, agrupada alrededor del muchacho, más vertical e hierático.

El cielo y el traje de la joven, funcionan como contrapuntos y masas de equilibrio del resto de colores, ciertamente más oscuros y pesados y que en cierto modo apoyan el movimiento rítmico comentado anteriormente.

Respecto a la paleta de colores, predominan los colores tierra, ocres, naranjas, rojos, etc. También destacan los blancos ya comentados, y como contrapunto a los cálidos, destacan los tonos verdes del naranjo en la parte superior derecha y sobretodo los azules presentes en el traje masculino y en ciertos detalles de los adornos del caballo. La pincelada es enérgica y vigorosa y consigue plasmar con gran soltura la sensación de inmediatez y espontaneidad de la obra.
               

jueves, 30 de junio de 2016

Restauración del Colegio del Arte Mayor de la Seda

Hace un tiempo hablamos en este blog del Museo del Arte Mayor de la Seda y contamos su historia. También hablamos con pesar del deterioro en el que se encontraba. Hubo varios intentos de restauración por parte de las instituciones que nunca se llevaron a cabo. Hasta que la Fundación Hortensia Herrero se hizo cargo de la rehabilitación del edificio, tanto de la arquitectura como de la restauración de frescos, mosaicos, etc.
El edificio es del siglo XV y está situado en el centro de la ciudad en el barrio de Velluters de Valencia, más concretamente en la calle Hospital. Tiene un gran valor patrimonial en forma de frescos, mosaicos, murales y pavimentos cerámicos, destacando el salón de los azulejos de la Fama.
Valencia era conocida por la calidad de sus sedas, consideradas como una de las mejores del mundo, llegando a tener miles de telares funcionando a pleno rendimiento. Fue símbolo del esplendor del comercio y de la industria de la seda valenciana.
El archivo del Colegio del Arte Mayor de la Seda es el más importante de Europa y conserva una importante colección de 660 libros, 48 pergaminos y archivos de todos sus años de riqueza.
En el colegio podemos admirar telares y maquinaria con la que se producía el tejido de seda y complementos como pasamanerías y cordones. También se pueden ver muestras de diferentes tipos de tejidos, así como algunos modelos de vestimenta tanto religiosa como de vestir.
Por tanto son muchas las razones para visitar el Colegio, ya sea para admirar su estilo arquitectónico, como el histórico y artístico.
Desde aquí agradecemos a la fundación Hortensia Herrero por cuidar una vez más del patrimonio valenciano llevando a cabo la restauración de este edificio tan emblemático.

martes, 31 de mayo de 2016

Los bordados

Los bordados son los adornos que más aparecen en las prendas de vestir y algunos complementos en la indumentaria valenciana, dándole mayor realce y lujo a la pieza.
En las camisas tanto de hombre como de mujer es frecuente ver las iniciales bordadas o algún motivo ornamental bajo la abertura del delantero, estos bordados solían ser de punto de cruz.

También encontramos este tipo de bordados en los lligacames de las medias tanto masculinos como femeninos, en ellas se podía bordar el nombre o alguna frase con alusiones amorosas. En las faltriqueras en ocasiones también se bordaban las iniciales de la propietaria.
Asimismo en los pañuelos de mano observamos pequeños bordados de iniciales o algún otro detalle ornamental.
Los bordados aparecen mayoritariamente en los pañuelos de pecho o de cuello. En este caso los bordados son de cadeneta y se realizan con hilo blanco o de metal de oro. Lo mismo ocurre con los delantales de vestir. Las orillas de estas prendas se aseaban con un punto de festón.

También las mantillas se adornaban con bordados, la de media luna realizadas en algodón o muselina se ornamentaban con punto de cadeneta. En otros modelos como el dengue, la mantilla de toalla y el terno los bordados eran de cadeneta o de realce.

Los bordados de punto de cruz y de cadeneta son muy antiguos y han sido y son muy populares a nivel mundial. Estos tipos de bordados los veremos próximamente de forma más detallada.
La foto de la mantilla es de la empresa Manteletas y bordados de cadeneta.

viernes, 29 de abril de 2016

El peto o petillo

Era una pieza triangular forrada de tela que cubría la abertura de los jubones en el siglo XVIII.


En ocasiones se utilizaba como complemento de algún jubón, al colocarse en la parte delantera del cuerpo cuando las partes del jubón no llegaban a unirse. Tenía varias funciones, por una parte alargaba el uso del jubón, ya que al poner esta pieza podía abrocharse si había quedado pequeño. Y a la vez decoraba la prenda al poder forrarse de diferentes tejidos más llamativos.
Se colocaba sobre la camisa y debajo del delantero del jubón que quedaba un poco superpuesto al peto. Se ataba mediante unos cordones pasados por unos ojetes situados en la parte delantera del jubón. Estos cordones permitían ajustar el jubón al cuerpo.


Esta pieza como ya hemos dicho tenía forma triangular, era rígida ya que estaba endurecida con cartón, ballenas, etc. y estaba forrada con lienzo o algún tejido similar.
El jubón del la primera foto es de Carlos Salvador y el del segundo es de Amparo Fabra.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Pendientes de racimo

Este tipo de pendiente fue muy popular en el siglo XIX. Toma el nombre por su forma de racimo de uva.


Su estructura tenía forma de cruz, constando de un orejal, una pieza alargada y horizontal de la que normalmente pendían en sus extremos algún motivo ornamental y en la parte central, el conjunto de perlas que formaba el racimo sujeto por unos adornos en forma de hojas.


Tanto el orejal como la pieza alargada estaba ornamentado con perlas de diferentes tamaños. Las perlas que componen el racimo estaba formado por perlas barrocas de mayor tamaño.
Estos pendientes al igual que los anteriores podían estar realizados en oro, plata sobredorada, latón o algún otro metal.

La foto de los pendientes son de Art Antic orfebres.

lunes, 21 de marzo de 2016

Espolín Fallera Mayor Infantil de Valencia 2016

Sofía Soler escogió el tono azul cerceta para el espolín del día de su exaltación. Sin duda su traje más especial, regalo del Ayuntamiento de Valencia.
Está realizado en seda y en un telar de madera, de manera totalmente artesanal de 54 cm de ancho.
Este espolín esta formado por un dibujo asimétrico envuelto por una guirnalda o nobleza simétrica realizada en metal de oro.

El ramo central está constituido por cuatro flores. Una central y de mayor proporción en tonos naranjas y ocres. Debajo de esta se disponen otras dos flores, la de la izquierda está realizada en tonos rojizos y salmones y la de la derecha en tonos rosas. Debajo de estas dos flores, en el centro observamos otra en colores azules. Todo este ramo está rodeado de hojas en dos tonos de verde.


El ramo lateral está formado por tres flores dispuestas en forma de triangulo, en la parte de arriba una flor en colores rojos. En la parte de abajo se sitúan dos flores a cada lado en tonos rosas similares las dos, rodeadas de hojas verdes.
El conjunto lo completan unas florecillas salpicadas por el tejido en tonos naranjas y rosas. Y unas pequeñas hojas en color blanco que le dan mucha luz al conjunto.

El espolín lo ha realizado por Garin 1820 y confeccionado por La Joia.

domingo, 14 de febrero de 2016

Espolín Fallera Mayor de Valencia 2016

El día de la exaltación de la Fallera Mayor de Valencia Alicia Moreno pudimos ver y admirar un año más el espolín Fallera Mayor de Valencia. Alicia eligió para su traje más especial el color azul imperio, un tono favorecedor y distinguido.
La empresa encargada de realizarlo ha sido Vives y Marí, el tejido es un espolín elaborado manualmente de manera artesanal de 54 cm de ancho. Con 36 colores de trama y urdimbre de seda natural. Lleva tres metales, oro brescado, oro volteado blanco y plata brescada.


El ramo central simétrico y de forma triangular se compone de una flor de tonos azules y dos más pequeñas granates a los lados. Debajo de estas se sitúan dos flores, una en tonos rosados y otra en malvas y debajo otras dos flores en la gama salmón claro. Completa el conjunto las hojas en distintas tonalidades de verdes.


 El ramo lateral tiene forma de rombo y está formado por una flor de tonos azules verdosos, a los lados de está dos ramilletes de florecillas de color salmón. Debajo de estas una flor de tonos rosas y rojos y al lado otra de colores azules. En este ramo observamos mayor número de hojas  verdes que el anterior.
Los dos ramos tienen tonalidades similares y combinan colores cálidos con colores frios.

El traje ha sido confeccionado por Carmen Asins de Les Barraques.  

sábado, 16 de enero de 2016

Las faldas - El refajo

El refajo o saya de drap, también era conocida en otras regiones como faldellí, faldeta, faldilla, sagalejo, etc. Era una prenda de abrigo seminterior o exterior, empleada desde tiempos muy antiguos hasta casi nuestros días. Se utilizaban en época de invierno para realizar el trabajo doméstico y del campo, estos refajos eran muy sencillos, aunque otros mucho más ornamentados se llevaban también para vestir.

El tejido empleado era la lana y el paño. El color predominante solía ser el rojo, seguidos por el amarillo, verde, azul y blanco.


El ancho de la falda debido al grosor del tejido no era de 3 a 4 metros. Su longitud en el siglo XVIII variaba de 15 a 20 cm del suelo. El vuelo se recogía en la cintura por medio de pliegues, dejando una pala delante y dos aberturas laterales. Estas solían ir reforzadas y guarnecidas por galones, cordoncillos multicolor, recortes, etc. y se les conocían como trampa.

Llevaban ruedo en la parte inferior de la falda, realizado por un tejido más fino y que contrastaba con el color de la falda, este era de unos 10 o 15 cm y aparte de adornar protegía la zona. En ocasiones la orilla también llevaba como protección un cordoncillo multicolor como la zona de la trampa.


Los adornos en estas faldas eran muy variados. Los más sencillos eran unos simples pliegues o lorzas. Otros adornos consistían en cintas o tiras de terciopelo superpuestas, normalmente eran de color negro formando dibujos. También eran muy utilizadas las estampaciones hechas con una trepa, antiguamente con pólvora y con impresión al fuego. 


Los diseños de los recortes y de las trepas solían ser florales o geométricas intercalados con elementos ornamentales de la zona como eran los pájaros y las cestas. También habían refajos bordados de uno o varios tonos realizados en cadeneta en lana o algodón.
La zona decorada variaba mucho, desde una simple cenefa en la zona baja, hasta ocupar casi toda la falda.