Bienvenidos

Este blog trata sobre indumentaria valenciana. Analizamos piezas actuales y antiguas, desde el rigor histórico y la iconografía pictórica de diversos artistas valencianos.

También esperamos realizar entrevistas a distintas indumentaristas, artesanos, falleras y falleros que quieran colaborar con nosotros mostrándonos sus trajes.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Carlos Salvador

Abrimos la sección Nuestros trajes con Carlos Salvador, indumentaristas que ya colaboraron con nosotros anteriormente.

Vamos a conocer más a fondo su trabajo detallando el traje que le confeccionaron a Ariadna Galán Garcia Fallera Mayor Infantil de Valencia del año 2010.

Su vestimenta es una reproducción del siglo XVIII tanto en el jubón como el guardapiés y está confeccionado con un tejido de seda espolinado.

El fondo del tejido es de color crudo con pasadas de hilo de plata y flores en color rosa y rojo carmín.

El jubón está envarado interiormente y va cerrado por medio de un cordón pasado por ojetes. La parte trasera del jubón acaba en una cola puntiaguda. Toda la parte de la cintura va rematada con una faldilla plegada y lleva en el borde una cinta de color rojo carmín como las flores del tejido.

La manga hasta el codo esta rematada con una puntilla y va guarnecida con cinta roja al igual que la faldilla.

El pañuelo y delantal son de seda natural bordados en cadeneta y adornadas con lentejuelas de plata.

Observamos que en la orilla de la falda lleva un bies o borde del mismo tejido todo alrededor de la misma.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Nuestros trajes

Inauguramos la sección Nuestros trajes. En ella podremos ver trajes de nuestros indumentaristas explicados detalladamente por ellos y acompañados de fotos para poder admirar sus trabajos.

Si alguien quiere enviarnos fotos acompañadas de la explicación de sus vestidos puede hacerlo y se las publicaremos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Las Cofias masculinas

También llamadas redecillas. Fue una pieza llevada tanto por hombres como por mujeres, pero ahora nos centraremos en las cofias masculinas.


Ha sido una pieza muy utilizada ya que podía llevarse sola o debajo de sombreros y usarse en el trabajo o en ocasiones de más vestir.
Era una especie de bolsa de tela o de punto de red que se utilizaba para recoger el cabello. Se fruncían y recogían por medio de un cordón o cinta y se ajustaban a la cabeza mediante un nudo o lazo más o menos vistoso.

Las cofias se confeccionaban con punto de media, de esta forma podían llevar diferentes variedades de punto y ser más o menos caladas.

Empezaron realizándose a mano pero más adelante y debido al éxito de esta pieza se tejieron en telares mecánicos.

Las utilizadas para uso diario eran de hilo o algodón. Las llevadas en ocasiones especiales y de mayor lujo estaban realizadas con seda y podían llevar incrustados hilos de oro y plata.
Como adornos solían llevar cintas, galones, borlas y bordados de plata y oro. En su extremo podían llevar borlas o madroños colgando en forma de cascada.

Sus colores eran muy variados predominando el rojo, amarillo, azul o verde. También podían estar combinados entre ellos.

martes, 9 de noviembre de 2010

El Brocado

Tejido a la Jacquard de seda gruesa entretejida con hilos, en el que el fondo o las grandes zonas de dibujo presentan efectos de trama de metal de oro y plata o de seda más brillante. La urdimbre sobresale del resto del tejido produciendo relieve en el dibujo.

Es un tejido fuerte todo de seda y adornado con dibujos de distinto color que el fondo.

Antiguamente estos tejidos eran considerados ricos y de calidad al llevar en ellos abundante decoración.

Los brocados más comunes tienen dos colores, uno para formar la urdimbre y otro para la trama. Aunque existen otros menos usuales con dos o tres colores de trama.

Sus dibujos más frecuentes son de flores, animales, figuras geométricas y hojas. Están realizados con raso de ocho lizos y cuando éstos dibujos son grandes se suelen utilizar también para tapizar muebles.

Existen brocados realizados más recientemente con rayón, viscosa y algodón. De esta forma vemos como varía la textura y el grosor del tejido dependiendo de los materiales en que esté realizado.

martes, 2 de noviembre de 2010

La Camisa de hombre

El origen de esta prenda es muy antiguo, iba colocada encima de la piel y solía llevarse tanto de día como de noche. Su composición estaba formada por varias partes.

El cuerpo también conocido como árbol o arbre. Cubría desde los hombros a las rodillas, podían ser aproximadamente de unos 90 cm. de largo y de 74cm. de ancho. Además solían llevar unas piezas triangulares en los laterales llamadas gayas o nesgas para darle mayor holgura.
Las costuras laterales se cosían hasta unos 60 cm. por lo que quedaban unos 30 cm. sin coser para facilitar el movimiento. Esta parte se conoce como falda o faldones.
Las camisas más antiguas no llevaban ni pechera ni canesú. Estaban confeccionadas en una sola pieza sin cortar en la parte superior y sin unión en los hombros. La parte alta se escotaba adaptándola al cuello, el frunce se recogía por medio de una pieza llamada cabeç o cabeza. Esta pieza es de unos 6 a 7 cm. de ancho y doblada formaba el cuello de la prenda. Se cerraba con dos botones o pasadores de lino o metal por medio de dos ojales. La zona de los hombros iba reforzada.



El pecho llevaba una abertura en la parte delantera, alrededor de la cual se ponía una tira llamada babero. En la parte interior de esta pieza quedaban escondidos los botones para abrochar la prenda. En la parte inferior del babero podía llevar bordadas las iniciales del usuario.

Otra parte de la camisa son las mangas que se colocaban a la altura de los hombros. Eran rectangulares y muy anchas, fruncidas en sus dos extremos en hombros y puños. Llevaban una pieza de tela cuadrada en la zona de las axilas que unía la manga al cuerpo llamado esillero o eixelleró. Ésta servía como protección de la zona y para proporcionar mayor movimiento al brazo.
El puño estaba formado por una tira de lienzo de unos 3 a 5 cm. de ancho y de 18 a 22 cm. de largo también llamado endoblegó. Se abrochaba por medio de un botón y ojal.


Las camisas estaban confeccionadas con hilo y lienzo en todas sus calidades y variedades. Las zonas visibles llevaban tejidos de mejor calidad. Con el paso de los años se utilizó el algodón, que resultaba más práctico y económico. Más adelante se introdujo el color en forma de rayas pequeñas y motivos geométricos.
Las más lujosas lucían bordados en la zona del babero, hombros, cuellos y puños de punto de cadeneta normalmente en color blanco y deshilados.

La hechura de la camisa se mantuvo durante el siglo XVIII y el inicio del XIX. Luego comenzaron las modificaciones de las mangas, cuello y pecho donde aparece la pechera. La distribución del vuelo se recogía en pequeños pliegues que aplanaban esta zona. Esta pechera también se podía adornar mediante puntillas y encajes.
Más adelante esta pieza se colocó postiza cosida a la camisa.

Las mangas se hicieron más estrechas y desapareció el esillero. El cuello también evolucionó pasando a ser una tirilla.
En el siglo XIX la camisa fue cubierta por la blusa y pasó a utilizarse como prenda interior.