La faltriquera también llamada manera, era un pequeño bolsillo interior que se ataba a la cintura por medio de cordones para llevar dinero, llaves, pañuelos de mano o algún objeto pequeño.
Estos bosillos sueltos se llevaban bajo la falda. Rara vez eran utilizados en el exterior, ya que se llevaban encima de la enagua o del refajo, coincidiendo bajo la abertura lateral de las faldas de manera que se facilitaba el acceso a ellas. Algunas iban provistas de una especie de ojal por el que se íntroducía la mano.

Se confeccionaban con tejidos de algodón, lana o hilo. Al tener un tamaño reducido y al utilizarse interiormente algunas se confeccionaban con restos de otras piezas. Las había sencillas o muy elaboradas con la aplicación de ribetes, recortes, bordados de iniciales, pequeñas piezas superpuestas del mismo tejido con algún ribeteado y otros motivos ornamentales.

También las había realizadas en punto de aguja con dibujos y colores semejantes a los de las medias y de ganchillo.
La faltriquera era una pieza de la indumentaria muy útil, ya que las mujeres no llevaban ningun otro elemento que pudiera hacer este papel. Siendo ésta tan práctica y de uso corriente, acabó obsoleta al cambiar la estructura de la falda. Su diseño sin aberturas a los lados impedía el acceso a ellas.
Hoy en día se siguen utilizando las faltriqueras que normalmente van incorporadas en las enaguas. Aunque para esto se tenga que arremangar la falda para acceder a ellas. Ya que como antiguamente es la única prenda donde se puede llevar guardado cosas de utilidad cuando se va vestida de valenciana.
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