
El "calçó" (calzòn), pieza de vestir de caballero que cubre separadamente las piernas hasta las rodillas, ajustandose al contorno. En la parte superior se sujeta a la cintura.
Va encima "dels calçotets" (canzoncillos).
También se le conoce como "calçons de dámunt" (calzones de encima).
Etimologicamente proviene de la palabra "calça".
Su forma no cambia desde el S.XVIII y XIX.
La parte delantera, se sujeta a la cintura por medio de una tapa (conocida como trampa) que cubre el abdomen y se abrocha a los laterales por medio de uno o mas botones. Bajo de esta tapa hay dos piezas de tela que salen de los laterales y se abrochan en el centro con tres botones. Los dos camales van ajustados justo bajo la rodilla, con aberturas laterales que se cierrán con cuatro o cinco botones. La parte inferior del camal se sujeta por medio de unos cordenes o betas pasadas por una jareta llamados "matxos" (machos) o por mediación de una hebilla. La botonadura puede ser en los mas antiguos metalicos o "mançanetes" y los mas modernos de azabache o vidrio.

El trasero se recoje en la trincha con cuatro o seis pequeños pliegues para que le de amplitud . La trincha va partida por la mitad con dos ojales por los que se pasan unas betas ajustando el calzón a la cintura.
Algunos ejemplares son corbados en la parte inferior de los camales para ajustarse mejor y facilitar los movimientos.
Por regla general van forrados.
Los calzones de diario, erán de tejido de trapo, pana, lana, etc. En colores oscuros y sufridos o negros. Para trabajar usaban los mas estropeados.
Los de vestir, erán de terciopelo, lana merina, sarga de lana, etc. Y seda para ocasiones especiales, de colores vivos y variados, siendo también el negro el mas generalizado.
Convivió hasta finales del S.XIX con el pantalón y desapareció a principios del S.XX. Su completa desaparición fue cuando la tapa es sustituida por la bragueta.