Bienvenidos

Este blog trata sobre indumentaria valenciana. Analizamos piezas actuales y antiguas, desde el rigor histórico y la iconografía pictórica de diversos artistas valencianos.

También esperamos realizar entrevistas a distintas indumentaristas, artesanos, falleras y falleros que quieran colaborar con nosotros mostrándonos sus trajes.

viernes, 28 de enero de 2011

La Faltriquera

La faltriquera también llamada manera, era un pequeño bolsillo interior que se ataba a la cintura por medio de cordones para llevar dinero, llaves, pañuelos de mano o algún objeto pequeño.

Estos bosillos sueltos se llevaban bajo la falda. Rara vez eran utilizados en el exterior, ya que se llevaban encima de la enagua o del refajo, coincidiendo bajo la abertura lateral de las faldas de manera que se facilitaba el acceso a ellas. Algunas iban provistas de una especie de ojal por el que se íntroducía la mano.

Se confeccionaban con tejidos de algodón, lana o hilo. Al tener un tamaño reducido y al utilizarse interiormente algunas se confeccionaban con restos de otras piezas. Las había sencillas o muy elaboradas con la aplicación de ribetes, recortes, bordados de iniciales, pequeñas piezas superpuestas del mismo tejido con algún ribeteado y otros motivos ornamentales.
También las había realizadas en punto de aguja con dibujos y colores semejantes a los de las medias y de ganchillo.
La faltriquera era una pieza de la indumentaria muy útil, ya que las mujeres no llevaban ningun otro elemento que pudiera hacer este papel. Siendo ésta tan práctica y de uso corriente, acabó obsoleta al cambiar la estructura de la falda. Su diseño sin aberturas a los lados impedía el acceso a ellas.

Hoy en día se siguen utilizando las faltriqueras que normalmente van incorporadas en las enaguas. Aunque para esto se tenga que arremangar la falda para acceder a ellas. Ya que como antiguamente es la única prenda donde se puede llevar guardado cosas de utilidad cuando se va vestida de valenciana.

jueves, 20 de enero de 2011

Las Enaguas

Las enaguas también llamadas sinagües, brials o faldetes de davall. Es una falda interior, que se llevaba puesta encima de la camisa en un número nunca inferior a dos, para dar vuelo a las faldas que se llevaban sobre ellas.

Para su confección se necesitaban de tres a cuatro metros de diámetro según el modelo. Su vuelo se recogía a la cintura por medio de pequeños pliegues y una pretina. En la parte trasera los pliegues llevaban el doble de tejido que la parte delantera. O sea que un tercio del tejido era para la parte de delante y dos tercios para la parte de detrás. Para su sujeción se utilizaban cintas que recogían la parte de detrás y la ataban delante. La parte de delante cruzaba por detrás, atándose también delante. De esta forma quedaban dos aberturas laterales que podían ir ornamentadas.

Su longitud era variable y dependía de las modas del momento de las faldas, siendo de unos 25-30 cm. desde la orilla hasta tierra en el siglo XVIII y prácticamente hasta el suelo en el siglo XIX y XX.

Las enaguas se confeccionaban con materiales hechos en casa como el lienzo y adornadas con lienzo fino o de botiga. Solían ser blancas o de color crudo, también se han encontrado de algodón, hilo y de colores pálidos.

Las ornamentaciones estaban en la parte inferior de la enagua, podían lucir lorzas o jaretas. También llevaban cordones entrecosidos para darle consistencia y servir de refuerzo a la prenda para poder aguantar mejor el peso de otras enaguas y de la falda o guardapeus que se llevaran encima de todo. Las enaguas que iban situadas más interiormente eran sencillas, casi sin adorno.

Las sobresinagües son las enaguas que se llevaban puestas más hacia el exterior, sobre las otras enaguas. Su confección era más esmerada y se utilizaban para los días de fiesta. Estaban profusamente adornadas con puntillas o randas, entredoses y bordados, solían llevar las iniciales de la propietaria que resaltaba el valor de la pieza. También llevaban volantes acabados en recto, ondas o puntas que tenían una doble función, adornar la prenda y ahuecar el conjunto.

A mitad del siglo XIX la prenda evoluciona y comienzan a llevarse enaguas más finas con tejidos como la batista, el hilo y el algodón y con menos vuelo a la cintura. Este vuelo se recogía por medio de una pretina que acumulaba el vuelo en la parte de detrás con una sola abertura y con una amplio volante adornado con lorzas pequeñas y encajes.

Actualmente las faldas o guardapeus de las mujeres resultan muy pesadas por la cantidad de tejido que llevan. Así que la gran mayoría han suplido el tener que llevar varias enaguas por los ahuecadores que han proliferado en los últimos años. De esta forma solo llevan una enagua fina encima del ahuecador muy adornada como las comentadas anteriormente y que observamos en las fotos. Esto hace que el conjunto resulte más ligero.

Las fotos de las dos enaguas actuales nos las ha proporcionado Monmeneu, la primera es de Margarita Vercher y la otra de La Llar del Fil.

viernes, 14 de enero de 2011

Los Pendientes

Los pendientes o arracades, son piezas utilizadas por todas las mujeres para su adorno y embellecimiento sea cual sea su condición social.
Dependiendo del poder adquisitivo de cada persona, podían ser unos pendinetes sencillos tanto en el diseño como en los materiales o de verdadero lujo con oro y piedras preciosas. En ocasiones formaban parte de un aderezo, pero no siempre.

Existía gran variedad de modelos, los más antiguos y corrientes eran simple aros. Estos aros fueron transformándose y sirvieron como base para la sujección de otros modelos, esta pieza se llamaba candado. Su forma podía variar y no siempre tener aspecto de aro.

Los pendientes más conocidos y utilizados en el siglo XVIII eran: Gallega, De a uno o de chorro, De hoja, De a tres o De la Verge, Barquillos, estos ultimos podían ser la evolución de los anteriores, de lámpara, etc.

Estas piezas más antiguas solían ser de oro con esmeraldas, espejuelos y perlas de menor o mayor tamaño según el diseño.

Los modelos más utilizados en el siglo XIX eran: Polcas, de balconet, de barqueta, de pardalets y sobre todo los de racimo.

Estos pendientes estaban realizados en oro, plata, plata sobredorada y otros metales. También llevaban perlas.

Próximamente iremos hablando de todos estos pendientes de forma más detallada.

jueves, 6 de enero de 2011

La Pedida - La indumentaria

El cuadro elegido en esta ocasión, presenta una composición en la que aparecen tres personas. En él vemos como una señora mayor, enseña a una joven lo que, por lo que intuímos dado el título de la obra, es su regalo de pedida.
El regalo en cuestión es un aderezo compuesto por unos pendientes conocidos como Barquillos y también por las agujas y pinchos para el pelo.

Llama la atención la variedad de pendientes que observamos en el cuadro. La joven luce unos De a tres, también conocidos como De la Verge. La señora creemos que utiliza unos De Lazo, aunque no se aprecia bien y los del regalo que ya hemos comentado son los Barquillos.

La chica joven luce un corpiño o jubón de manga larga de color rojo liso y una falda o guardapiés azul grisáceo con estampado. Observamos que lleva el pañuelo o manteleta, de seda o muselina, con bordados de hilos de oro. No utiliza ninguna pieza como la joya o joia, o la agulla de pit para sujetar el pañuelo que lleva cruzado sobre el pecho.

El delantal es también de un tejido vaporoso con encajes y puntillas blancas haciendo cenefas. Antiguamente no era habitual llevar la manteleta y el delantal haciendo juego como se lleva ahora en la actualidad.
También vemos que tiene la falda un poco subida dejando ver la enagua con una puntilla grande en el borde y unas medias de color blanco.

Como calzado utiliza unos zapatos con un pequeño tacón de madera y con un lazo de adorno. Posiblemente estén forrados con el mismo tejido de la falda.

Lleva como peinado los tres moños con las tres peinetas, las pequeñas de los lados y la grande de atrás, así como las agujas para sujetar el moño.

La señora mayor utiliza una camisa con las mangas hasta el codo con puntilla y una falda sencilla, casi sin dibujo de color claro. Luce un pañuelo estampado en colores rojizos, posiblemente de algodón y un sencillo delantal claro.

A la cabeza observamos que solo lleva el moño de atrás con las peinetas pequeñas a los lados y las agujas que sujetan el moño.

Por la forma de las prendas de vestir de las dos mujeres vemos que la señora lleva la ropa más apropiada para realizar las tareas domésticas o para diario y que las de la joven son de más vestir.

El hombre que está en la parte de atrás del cuadro utiliza una camisa de manga larga con un calzón oscuro y unas medias taloneras de color verde. A la cintura lleva anudado un pañuelo a modo de faja. Encima de la camisa lleva un jopetí o chaleco abierto de color verde oscuro con tres botones haciendo de adorno a cada lado del delantero.

En la cabeza luce el pañuelo anudado de la forma De cua o en tres, con las puntas colgando en la sien derecha.

Como calzado utiliza unas alpargatas o espardenyes de careta.