La camisa conserva el sabor tradicional y popular al estar prácticamente realizada y confeccionada en casa.



Antiguamente la trama de este tejido estaba formada por tafetán, con el paso de los siglos evolucionó utilizándose el raso o el satén. Las tramas de seda ampliaban la variedad del colorido de estas telas y el hilo metálico fue sustituyéndose por hilo de seda amarillo.
Actualmente en la composición del tejido también se utiliza en ocasiones la viscosa aunque en menor medida que la seda y los metales. La fábrica Rafael Catalá realiza en la actualidad tejidos de lampas con dibujos antiguos de sus fondos de fábrica creados con telar mecánico, de esa forma el tejido es menos costoso de realizar y de precio mucho más asequible.
Los tejidos de las fotos son de Catalá y nos los ha cedido Monmeneu Indumentaria Valenciana.
Puede tejerse con la urdimbre y la trama de distinto color formando el fondo del color de la urdimbre y el dibujo del color de la trama. También puede llevar hilos de metal.
Los damasco siguieron realizándose en seda, aunque los materiales como el algodón, lino, lana y fibras sintéticas se utilizaron también en su fabricación. Los tejidos en lino fueron muy comunes a partir del siglo XVIII.
Fue un tejido muy utilizado como ornamento religioso y tuvo gran éxito como decoración de interiores y como cubrecamas. A principios del siglo XX alcanzaron un gran éxito y se incrementaron los diseños de damascos para la decoración, sobre todo de cortinajes y tapicerías, haciéndose insustituible.
El damasco Palma ocre que observamos en la foto es de Garín. El salmón del inicio es de Angulo, el azul y el granate son de Vives y Marí, estos tres facilitados por Monmeneu.