Antiguamente era normal que los hombres llevaran el pelo largo. Con el tiempo al cortarse el cabello la cofia que era la pieza que más se utilizaba para cubrir la cabeza fue sustituida por el pañuelo.
Previamente esta prenda se llevaba atada al cuello y servía para secarse la sudor de manos y cabeza.
Se trata de una pieza cuadrada que se utilizaba para cubrirse la cabeza y tenía dos utilidades, retener la sudor de la frente y adornar la cabeza.
La forma de ponerse y atarse el pañuelo variaba dependiendo de la forma de llevarse y tenía características propias según el pueblo, la comarca o el gusto personal y familiar de cada uno.
Esa pieza cuadrada se doblaba en triangulo, se ponía de manera que una de las puntas quedaba colgando hacia detrás y las otras dos puntas se enrollaban formando una especie de cordón que envolvía la cabeza y se ataban.
Las variedades más conocidas son de cua o en tres y de fumeral o farol.
Los pañuelos utilizados para uso diario eran de algodón, percal y pita, mientras que lo de vestir eran de seda.
Los había lisos o con dibujos, los pañuelos de seda solían ser estampados mientras que los de algodón llevaban dibujos geométricos, florales y barrocos como los de tomaca i ou que fueron muy conocidos y populares, de color rojo y amarillo.
Los colores solían ser vivos y muy variados, aunque también los había más oscuros. También podían llevarse sombreros encima de ellos.
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