El mantón de ocho puntas era un pañuelo de grandes
dimensiones, podían ser de más de tres metros de largo.
Era ideal para los días de frío ya que cubría
todo el cuerpo.
Su
forma era rectangular y se colocaba doblándolo por la mitad y
luego en diagonal quedando formado un triangulo, de esta manera se
dejaba caer sobre los hombros y se sujetaba con los brazos. La punta
que quedaba en la espalda se subía hacía la cabeza
desde los hombros. De esta manera no quedaba visible el revés
del tejido.
Al poder colocarse como capucha en muchos lugares esta prenda
era conocida y llamada por ese nombre.
Estas prendas de abrigo solían estar realizadas con tejidos de lana, seda o algodón. Y como ornamentación podían llevar un pequeño fleco del mismo tejido.
Estos mantones eran muy coloristas y combinaban varias tonalidades, rojizos, naranjas, rosas, verdes, azules, etc. Eran estampados y llevaban dibujos tipo cachemir, arabescos, cenefas, etc.
Las
fotos son de la web Ropa de pueblo desde donde se pueden adquirir
estas y otras prendas de vestir antiguas.
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