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Este blog trata sobre indumentaria valenciana. Analizamos piezas actuales y antiguas, desde el rigor histórico y la iconografía pictórica de diversos artistas valencianos.

También esperamos realizar entrevistas a distintas indumentaristas, artesanos, falleras y falleros que quieran colaborar con nosotros mostrándonos sus trajes.

domingo, 24 de noviembre de 2013

La falda o guardapeus

La falda de vestir o de mudar era una pieza muy característica del siglo XVIII. Estaban confeccionadas en seda de varias calidades como el tafetán, raso, damascos, brocados y espolines. 
Estas faldas solían trasmitirse en herencia y no todas las mujeres podían permitirse una. Por ello en ocasiones se tejían con tejidos de calidad más baja como el alducar y el filadís, tejidos realizados con capullos de seda defectuosos que no se ponían a la venta.


Antiguamente se conocía como guardepeus a la falda de seda lisa que no hacía conjunto con el cuerpo de arriba, podía combinarse con cuerpos lisos o estampados.

Su forma es similar a las faldas de trabajo. La cantidad de tejido empleado para su realización era de 4 a 5 metros y la distancia del suelo era de 10 a 15 cm. según las modas.
El vuelo se distribuía en la cintura en dos parte por medio de pliegues, quedando dos aberturas laterales. La parte trasera era el doble que la delantera y se sujetaba mediante dos vetas a la cintura. Y la parte de delante se ataba cruzándose a la parte de detrás y se volvía a anudar delante para mayor sujeción.


Podían ir forradas o no y solían llevar ruedo interior de tejido y color diferente para mayor protección y lujo de la pieza.

Las faldas realizadas con tejidos lisos de un solo color eran mayoritariamente azules y verdes, seguidas de ocres, marrones, rojas, etc. Normalmente eran de seda lisa y llevaban como ornamento cerca de la orilla de la falda volantes, puntillas, galones, cintas, etc. que le daban mayor realce y calidad a la pieza.


Los tejidos estampados eran muy cotizados por la riqueza de sus texturas y los dibujos. Estos podían ser de flores, pájaros o guirnaldas realizadas en ocasiones con hilos de plata y oro.
Los colores más comunes eran el azul, verde, amarillo, rojo, etc. Los adamascados y espolinados solían ser de color blanco en Valencia. 


Con estos tejidos se confeccionaban faldas y cuerpos formando ricos conjuntos en el siglo XVIII y en adelante. Tejidos realizados por artesanos valencianos donde existían empresas sederas muy importantes.

Las faldas con el paso del tiempo y por las modas del momento se apolisonan por la parte de atrás y se alisan por delante.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Espardenya de careta

Estas alpargatas estaban realizadas de esparto en la suela y de cáñamo en la puntera. Eran muy antiguas y populares, habiendo centros de producción muy importantes en nuestras tierras.


La parte que cubría los dedos del pie era de tamaño muy reducido y normalmente realizado de cáñamo al igual que el talón. La suela estaba hecha de esparto trenzado o soguilla. 


Se ataban al pie por medio de dos cintas o betas que salían de la mitad de la puntera cruzándose por encima del empeine hasta la talonera donde se introducían en dos ojales, uno a cada lado y se cruzaban y ataban en la pierna. Esta forma de atado podía variar existiendo diferentes formas.

Las cintas para atar eran de color negro en su mayoría o azul.