Bienvenidos

Este blog trata sobre indumentaria valenciana. Analizamos piezas actuales y antiguas, desde el rigor histórico y la iconografía pictórica de diversos artistas valencianos.

También esperamos realizar entrevistas a distintas indumentaristas, artesanos, falleras y falleros que quieran colaborar con nosotros mostrándonos sus trajes.

lunes, 27 de agosto de 2012

Mantilla de Toalla

Este tipo de mantilla tenía forma rectangular y fue utilizada en el siglo XVIII y XIX donde se generalizó su uso. Llevaba este nombre porque su forma se asemejaba a las antiguas toallas utilizadas para el aseo personal.


Su longitud superaba en ocasiones los dos metros y su anchura era variable. Cubría la cabeza y la espalda, mientras que los lados se llevaban hacia la parte delantera y se sujetaban con los brazos. Algunas llevaban una pieza cuadrada de encaje en la parte situada sobre la cabeza para tapar la cara.

Los tejidos empleados para su realización eran la seda, gasa, muselina o encaje. Las ornamentaciones más habituales eran en forma de bordados de cadeneta o realce con dibujos florales o geométricos. Estos solían estar situados en la parte central que recaía sobre la espalda, formando dibujos más importantes ya que era la zona que más se veía. También podían llevar bordados esparcidos por la superficie de la mantilla de forma aislada. En los extremos ocasionalmente llevaban puntillas de encajes, o cintas sin sobresalir del contorno. Las mantillas de encaje no solían llevar ningún adorno.


Los colores utilizados en estas piezas eran como en mantillas anteriores el blanco y el negro en mayor proporción.

sábado, 11 de agosto de 2012

La Joia

Es la pieza de más valor del aderezo, también la de mayor tamaño y la más vistosa. Se cree que primeramente era una cruz que fue evolucionando y a la que fueron añadiendo colgantes.

Estaba formada por varias partes desmontables que la convertían en una pieza de mayor o menor lujo según se quisiera. Las más antiguas solían constar de dos piezas, pero con el paso del tiempo se le fueron añadiendo más colgantes.


En un principio se llevaba colgada al cuello por medio de una cinta, cadena o collar. Normalmente hacía juego con los pendientes y resto del aderezo.

La pieza principal tenía formas variadas como de lazo o mariposa. De ella pendía otra pieza de menor tamaño.


Como las otras piezas del aderezo, estaban realizadas en oro, plata sobredorada o latón. Con piedras normalmente de color verde y perlas de mayor o menor tamaño engarzadas. La parte dorada podía estar muy trabajadas a base de cincel, troquel o con pequeños calados. 
Las había sencillas y cortas, otras en cambio podían ser más elaboradas y con varios colgantes que la hacían tener un tamaño considerable.


En el siglo XX las perlas fueron muy utilizadas llegando a recubrir casi en su totalidad la joia, no dejando ver la base de la pieza.

Posteriormente pasó a utilizarse como aguja de pecho y llevarse para sujetar el pañuelo de cuello cruzado sobre el pecho.
En la actualidad en muchos casos la joia se usa solo como adorno ya que por las modas del momento, que no tienen nada que ver con lo tradicional, los pañuelos se llevan colocados de otras formas. Y no sería necesaria la utilización de esta pieza que de todas formas se lleva sin cumplir ninguna función.