Pieza
indispensable en la indumentaria femenina. Hoy en día se la conoce como manteleta. Su función original
era la de tapar el pecho y además la de adornar.
Era un pieza
de tela cuadrada y doblada por la mitad en diagonal, tomando la forma
de triángulo. Cubría el cuello, los hombros y la
espalda. Una punta del triángulo caía sobre la espalda
y las otras dos sobre el pecho.
La
forma de atarse era variada, podía ir sujeto en el pecho
atando las dos puntas por medio de un simple nudo. También
podía llevarse cruzado y sujeto a la cintura o a la espalda o
introducido en el escote del justillo o gipó.
Según
el tejido y los ornamentos de la pieza los pañuelos eran de
trabajo o de vestir o fiesta.
Pañuelo
de vestir
Estaban
confeccionados con materiales finos como la seda, hilo, batista,
algodón o tul. Los había lisos, o con bordados de
cadeneta con dibujos florales. Los hilos empleados en los bordados
eran normalmente de color blanco, pero también podían
ser de colores más vistosos. También podían ir
bordadas en hilos de oro o plata, utilizado este modelo en principio por gente más
adinerada y llevar lentejuelas de metal.
Otra
forma de ornamentación eran las vainicas, los deshilados o las
puntillas. Para rematar los bordes del pañuelo podían
llevar puntillas alrededor de la pieza de mayor o de menor tamaño,
vainicas, flecos o un festón haciendo ondas o puntas.
Los
colores más utilizados eran los claros, sobretodo los blancos,
beiges, etc. Pero también los había de colores rosados,
marones o negros.
Era
raro encontrar un pañuelo y un delantal a juego, ya que solían
ser independientes el uno del otro.
Más
adelante aparece otro tipo de pañuelo con la estampación
sobre algodón. Eran piezas muy coloristas y prácticas,
pero menos lujosas que las anteriores, más utilizadas para uso diario. Los que estaban destinados al trabajo eran más sencillos, casi sin adornos.
Próximamente hablaremos de este tipo de pañuelo de forma más detallada.